¡¡Chicago!!.

Aupa.

Bueno, ya estamos en Chicago, tras hacer 95km. con mis inseparables compañer@s de viaje, Flavia y Mister "Wind", he llegado al extrarradio de la ciudad. Son las tres de la tarde, estoy cansado y hay muchisimo trafico, por lo tanto dejaré los últimos kilómetros para mañana a la mañana, y así entrar despacito y tranquilo, saboreando la gran urbe que es Chicago, tercera ciudad en tamaño de USA, después de New York y Los Angeles.

Como os decía antes, Mister Wind ha querido acompañarme hasta el mismo Chicago, yo creo que éste me ha cogido manía, esperemos que a partir de ahora y hasta New York, solo se acuerde de mi, lo justo y necesario.

El día al principio, con sol y fresquito, después nublado. En el recorrido he visto una tienda de bicis, y he parado a comprar un cuentakilometros, ya que ayer en el cañaveral, perdí el que llevaba. En el taller, había dos tipos, el jefe, vestido de boy scaut, con camisa caqui llena de parches y bermudas, y el ayudante, con una borrachera encima, que no se tenia.

El primero, impartiendo clase a unos niños boy scauts, sobre el manejo de la bici, y el segundo, intentando montarme el cuentakilometros, a éste le he quitado las herramientas, y lo he montado yo. Si le dejo seguir, me corta hasta el cable de los frenos.

Al entrar en Chicago, lo de siempre, te acabas perdiendo, hay señales de la ruta 66, que te llevan dentro de las interestatales, y es que las motos pueden circular por ellas, pero las bicis no, y te acabas equivocando siempre. Cuando estaba mas perdido que un pulpo en un garaje, en un polígono industrial, ha aparecido Antonio, bueno aparecer no, me ha adelantado como si fuese una bala, cuando lo he visto montado en su bici aerodinámica a esa velocidad, no me lo podía creer. Ha dado media vuelta, y mitad en castellano mitad ingles, le he explicado lo que me pasaba, me ha acompañado unas millas, y me ha acercado a la ciudad. Y ya dentro, he conocido a Jack, este me he traído hasta la misma puerta del motel, así que gracias a los dos.

Antonio, me ha escrito un mail, contándome que ha leído el blog y que le gusta, seguramente quedaremos para cenar una noche de estas en Chicago, no estaría mal, que alguien me haga de cicerone.

Tanto el dolor de la mano izquierda como el de la rodilla derecha, parece que van remitiendo, ahora con casi tres días de descanso, espero que me olvide de ellos.

Bueno chic@s, pues ya estoy aquí, han sido 35 días de pedaleo y dos de descanso, no esta nada mal, mas o menos, como en otros viajes, y es que al final, las medias acaban saliendo, simplemente, hay que tener paciencia.

Acordaros, que si hoy no tenéis otra cosa mejor que hacer, a las nueve de la noche, os espero en el programa de Radio Euskadi, "La Casa de la Palabra", de Roge Blasco. Prometo no contar muchas mentiras, bueno, alguna si, eso es inevitable.

Y hoy se ha ido, una gran persona y cocinera, muy querida por mi, la "amama" de los Okeranza. En su restaurante, me hicieron mi despedida de mili, hace mas de treinta años, y uno de sus nietos, fue el que me trato mi parálisis facial durante seis meses, después del accidente en Tubacex. Goian Bego, y un abrazo a la familia.

Venga, me voy a la cama, que no se si voy a pegar ojo esta noche, estoy un poco nervioso, el trafico de las grandes ciudades me da miedo, y no quisiera en el ultimo momento fastidiarla, (cruzo los dedos).

Buenas noches y mañana nos vemos, en la placa , "BEGIN ROUTE 66".