Margaritaville.

Hola.

Hoy otro día de pateo, es el último en Chicago, al menos en esta visita, y había que aprovechar el tiempo al máximo.

Madrugar como siempre, algunos de mis compañeros de habitación, todavía no se habían acostado, cuando yo ya la abandonaba. Lo de siempre, desayunar como un minero, y al metro. Ya no me vuelvo loco mirando mapas ni letreros, pregunto directamente y ya esta, si hay que hacerlo diez veces hasta enterarse de lo que quieres saber, se hace.

Como tengo un pase de día, sin limite de viajes, creo que me ha salido el kilómetro a peseta, solo he dejado una linea de visitar, por lo tanto, la ciudad, esta recorrida de cabo a rabo.

Mas tarde me he ido al puerto, por llamarlo de alguna forma, por que todos los barcos que hay, son turísticos, aquí de la pesca no quieren saber nada, los peces en el mar y en el plato hamburguesas.

Se celebraban los campeonatos nacionales de Voley-Boll Júnior, así que me he entretenido viendo algunos partidillos, la verdad es que para ser jovencitos, lo hacían bien, y un poco después, a una exposición de vidrieras, estaba bonita, las fotos que he sacado, todas cochambrosas, os quedáis sin reportaje, se siente.

Y hoy me he llevado una alegría, sabia de la existencia de una cadena de restaurantes de Jimmy Biffett, uno de mis cantantes preferidos, pero no sabia que en Chicago había uno, he dado con el por casualidad, y para adentro, he comido fenomenal, os pongo mi vídeo favorito de Jimmy, y si éste no os levanta el ánimo, nada lo hará.

Y a la tarde, siesta para recuperar, y a preparar las etapas venideras, hasta ahora era mas o menos fácil, había que seguir la Route 66, pero a partir de aquí, debería de ir por lo mas corto y lo mas fácil hasta New York, claro, eso se dice pronto, pero......., me temo que no va a ser fácil.

De momento voy a seguir la 20, parece una carretera con bastantes moteles y restaurantes, pero hasta no llevar algún día en ella, no lo sabré con certeza, también es bastante directa a New York, que es mi destino final en este viaje.

Bueno majos, resumiendo, la ciudad me ha encantado, venid si podéis, merece la pena, creo que una estancia de cuatro días, a finales de primavera, es lo ideal, siempre y cuando os gusten las grandes ciudades, que a todo el mundo tampoco le van.

Ya he hecho alforjas y ordenado todo, y deseando que den las cinco de la mañana, para empezar a pedalear, a ver si hay poco trafico, y salgo rápido a campo abierto, según me han dicho, deberé pasar por algún barrio un poco conflictivo, espero pillarles a todos en la cama.

Venga, hasta mañana y ya os contaré como me ha ido, salir de esta mole de hormigón.

Bye bye.