lunes, 18 de junio de 2012

Amish.

Hola chic@s.

Los esfuerzos se pagan, y yo hoy, he pagado la kilometrada de ayer. Nada mas hacer los primeros kilómetros, me he dado cuenta, que hoy no iba a ir muy lejos y que además, me iba a costar mucho hacer la etapa.


He hecho a trancas y barrancas, 120km. pero muy cansado, y eso que me he propuesto ir tranquilo, pero ni así.
La rodilla también se ha empezado a quejar demasiado pronto, así que no era cuestión de forzarla en exceso.


Y esta es la señal que debo seguir al menos durante cuatro o cinco días, espero no perderme.

Por lo demás, el día ideal para viajar en bici, solo en las horas centrales, ha hecho un poco de calor, e incluso a primeras horas, hacia fresquito. La carretera buena, sin muchos desniveles, y con buen arcén para la bici, y el viento flojo pero de culo.



Hoy he viajado por territorio Amish, gente simpática, sobre todo los niñ@s, todos me saludaban efusivamente al  verme pasar, y tienen una sonrisa preciosa.


Las casas de los Amish, se distinguen desde lejos, todas tienen en común la austeridad, no se ven vehículos a motor aparcados cerca, tampoco disponen de electricidad, ni tienen en sus puertas banderas americanas, pero lo que es una seña de identidad, son las enormes coladas de ropa, colgadas para secarse al sol.
Me he cruzado con familias de ellos, viajando en sus carretas negras, les he sacado fotos, pero de lejos, tampoco quiero invadir su intimidad, pero se les ve felices, no se, pero despiden cierto aire de serenidad, o por lo menos, eso me parece a mi.


Durante un rato, he ido a "rebufo", de una carreta de Amish, la conducía una chica de unos 25 años, al sobrepasarme, me ha sonreído, me ha parecido majísima, llevaba dos niños en los asientos posteriores, pues si he ido veinte minutos detrás de ellos, los chiquillos, no han dejado de mirarme, ni un solo segundo. Cuando hemos llegado a un cruce y nos hemos ido cada uno, por direcciones distintas, han agitado sus manos para despedirse, durante largo rato.


También he visto alguno de ellos, desplazarse en bicicleta, llevan unas especie de alforjas pequeñitas de mimbre, y ellos con sus pantalones de peto, sus sombreros de paja, y sus largas barbas blancas. La mujeres, todas con vestidos largos y con tocado blanco en la cabeza, y tanto unos como otros, rubios, de tez blanca y ojos claros.


Y tanto compartir arcén, con las carretas amish, me he encontrado con esta herradura, he hecho lo que se hace siempre, tirarla hacia atras por encima del hombro derecho, espero que me traiga suete.
En resumen, que me caen bien esta gente, viven como desean, son consecuentes con lo que piensan, y lo mas importante, no molestan a nadie.


Bueno gente, hoy a la cama prontito, estoy "desguazado" y no puedo con mi alma, como no recupere bien esta noche, mañana las pasaré canutas, y para eso no he venido hasta aquí.

Buenas noches y hasta mañana.

7 comentarios:

  1. Sigue así Txema.
    Disfruta y mucho ánimo!

    ResponderEliminar
  2. Te veo contemplando y disfrutando, así se hacen los viajes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no sabes bien, lo que me costo en su día, aprender esa lección.

      Eliminar
  3. Muy bonita la foto de las niñas Amish.
    Ánimo pero también descansa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y si te fijas bien, en la foto, de la parte posterior de la carreta negra, veras en los ventanucos centrales, cuatro ojillos, espiandome.

      Eliminar
  4. En esas pequeñas-grandes- cosas es donde reside la esencia de un viaje epico como el tuyo. Son las que mas vas a recordar cuando luego -mas relajado- lo "rebobines", pero bueno creo que de experiencias tu ya andas sobrado. Pero cada imagen de cada rincon... y de cada momento son unicas. Venga a seguir disfrutando txapeldun

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de disfrutar, lo intento cada dia Jon, y con todo mi ahínco, jejejeje.

      Eliminar